miércoles, 19 de noviembre de 2008

Super juez Garzón al rescate


Lo de este señor es increible; no se si es ignorancia, estupidez o afán de llamar la atención lo que lleva a este juez a comportarse de la forma en que lo hace y a erigirse en defensor del bien común, la democracia o cualquier memez que le nuble su infatigable juicio. Este hombre, que más que un juez parece un personajillo creado por la prensa rosa, ya que no busca otra cosa que salir en los medios haciéndose cargo de las causas mas pueriles o descabelladas. Este hombre al que le gustará imaginarse como el defensor de las causas justas, azote de delincuentes o desbaratando los planes de algún criminal loco en plan peliculero, es decir, aquí está Super Garzón, cual paladín, dispuesto a luchar contra la desventura y a erradicar la injusticia. Cómo un super héroe. Con dos cojones.

Pero es que, en el mundo real, fuera de la pamplina de color de rosa azucarada en el que Garzón ha convertido su vida, lejos de ese universo de fantasía en el que vive este buen hombre, este Super juez experimenta una evolución, a modo de pokemon, de super hombre a iluso, de defensor de la justicia a tontaina, de héroe a memo...y es que es increible como este señor inventa procesos que luego el mismo desestima, previo paso por todas las portadas de todos los periódicos de España. Ya no es que intentase procesar a Pinochet, o dictase una orden de arresto para Bin Laden, que manda huevos. Me imagino la captura de Bin Laden y a las autoridades españolas llamando a Bush, Obama, o a cualquiera que sea el memo que ocupe la Casa Blanca y diciéndole: oye mira que a este ya lo juzga Super Garzón que es la megapolla en verso y además, huele a limón con canela. ¿Pero de qué va este tío? ¿Quién se ha pensado qué es?  ¿Cree que va a procesar a todos los dictadores del mundo? ¿a todos los terroristas? ¿piensa que es el detentor de la sabiduría suprema y por eso actúa como si fuera un ser incorpóreo e omnipotente con capacidad de juicio de todo y sobre todo?

Es que si al menos se dedicara a sus empresas imposibles y estúpidas no sé, como por ejemplo que intente procesar a Herodes por genocidio de niños o a Torquemada por, valga la redundancia, quemar brujas o moros o infieles o lo que tocara quemar en ese momento (la iglesia siempre cumpliendo con la caridad cristiana) o que incluso, hablando de temas patrios, abra una causa contra el incompetente de Fernando VII, pues la gente no se preocuparía tanto pues pensaría que Garzón va a hacer alguna memez de las suyas.

El problema es cuando toca asuntos que pillan de cerca a la gente como el proceso contra el Franquismo y todo el rollo de las fosas comunes, los asesinados, torturados etcétera. Porque abrir un proceso, salir en todos los tinglaos y chiringuitos de la prensa española, programas de mañana que se autodefinen serios y son una putísima mierda y haber paseado su careto hasta por el Congo sur, ahora se lave las manos, diga aquí no ha pasado nada, y reconozca que no es competencia suya juzgar al Franquismo porque, Franco ha muerto, y todo el mundo sabe que no se puede juzgar un cadáver. Y menos mal que Garzón ha hecho ésto, ha puesto los puntos sobre las íes. Yo, que pensaba que Francisco franco estaba escondido por la Cía junto a Marylin, Hitler y Elvis Presley, ahora vislumbro la verdad, gracias, oh todopoderoso Garzón. Eres la polla y no se que haría sin  ti para guiar mi conocimiento.

Es que este impresentable ha conseguido 2 cosas

  1. Que los que no querían remover el pasado ni buscar (léase la familia de Federico García Lorca) hayan estado y estén jodidos por la posibilidad de que les rebusquen en un pasado que la mayoría de gente no quiere desenterrar y que ha olvidado.

2. Y que los que si quería remover, buscar a sus seres queridos y enterrarlos dignamente, o disponer de sus cuerpos para velarlos o lo que sea que cada familia haga con sus muertos, ocuparse de ellos y tratarlos con dignidad, estén también jodidos porque parecía que sí y ahora es que no.

Desde luego, no se puede ser mas cabrón

En la foto, el juez Garzón con mirada de sospecha, viendo conspiraciones y tramas en el mundo virtual que tiene en su cabeza.